Tensa manifestación nocturna

Agresiva incursión de globalifóbicos en la zona de seguridad

Manifestantes inconformes con la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, tuvieron anoche una agresiva incursión a la zona militarizada del Paseo de Montejo, pero todo quedó en gritos, insultos, violentas patadas al muro metálico y la ruptura de un cristal de un autobús urbano.

Unas 300 personas marcharon sobre un carril de la calle 47 y Paseo de Montejo y gritaron fuertes consignas de repudio contra Bush, el presidente Felipe Calderón y hasta contra el gobernador Patricio Patrón Laviada.

Una veintena de jóvenes melenudos, encapuchados y con pañoletas a medio rostro pusieron a prueba la resistencia del cerco en la zona hotelera con fuertes patadas, sacudones y empujones. El muro se meció pero no cayó.

Tres jóvenes escalaron la punta de la barda, pero por temor no saltaron al terreno de los militares donde los esperaban antimotines federales y agentes del Estado Mayor Presidencial.

Los jóvenes que animaron al grupo gritaron “Bush asesino”, “Yucatán no es cuartel, fuera el Ejército de él”, “Bush mal nacido, no eres bienvenido”, “Bush fascista, eres terrorista”. También gritaron ofensas contra el presidente Calderón y el gobernador Patrón Laviada.

Apenas estuvieron a unos metros del muro, un grupo de inconformes, identificados con el EZLN, arremetieron con violencia contra la barda.

Mientras trataban de derribarla, otros bloquearon el Paseo de Montejo atrapando un autobús de Minis 2000. El chofer, según los testigos, amagó con la unidad y en respuesta le rompieron el cristal.

Los inconformes zarandearon 15 minutos el muro, pero cuando algunos escalaron la cima, Gerardo Fernández Noroña, Villebaldo Pech Moo y otros líderes del movimiento los replegaron para que continuaran hacia el Monumento a la Patria, donde los esperaba un grupo de antimotines estatales.

El padre Raúl Lugo Rodríguez, el funcionario estatal Oscar Sauri Bazán y el profesor Jaime Vázquez Barceló corearon y llevaron carteles con consignas antiimperialistas.— Joaquín Chan Caamal
Diario de Yucatan