Origén faccioso las reformas a la Ley del Issste

Astillero
Julio Hernández
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La propuesta de reformas a la ley del ISSSTE tiene, como otras iniciativas políticas sucedidas o por suceder en el calderonismo, el gran tache del origen faccioso que pretende favorecer a segmentos políticos con cuentas por cobrar a partir del fraude electoral del pasado 2 de julio.

Elba Esther Gordillo fue una aplicadísima ejecutora de estrategias de adulteración del voto, como quedó demostrado con la grabación de llamadas telefónicas de la lideresa magisterial a gobernadores priístas que fueron conminados a cambiar el sentido masivo de sus preferencias para cerrar tratos políticos con Felipe Calderón mediante la intermediación onerosa de la multicitada profesora caciquil. No sólo está disponible la prueba grabada de esas conversaciones inductoras del voto en favor del felipismo (testimonio que fue dado a conocer en el Zócalo capitalino durante uno de los primeros actos multitudinarios de resistencia civil de López Obrador), sino que el propio presidente nacional del PAN, Manuel Espino, a imagen y semejanza de su jefe, Vicente Fox (aunque con menos resonancia que éste), confesó en reciente gira por Venezuela que para el triunfo de quien él en su momento definió como "chaparrito, pelón y de lentes" (descripción a la que de inmediato esta columna sintetizó como "Chapelén") se había contado con el apoyo de varios gobernadores priístas.

Gordillo ganó la elección no sólo porque exterminó cualquier posibilidad de avance de Roberto Madrazo, sino porque ayudó ostensiblemente a Calderón a hacerse de votos falsos mediante las muy reputadas brigadas de profesores mapaches y porque consiguió el apoyo de mandatarios priístas que ordenaron a sus equipos de defraudación volcar el sentido del voto al PAN y no al tricolor. Calderón, por tanto, se la debe a la profesora y, por ello, ha debido tolerar cobros excesivos y de mal gusto como hacerse de varias posiciones de gobierno, inclusive una subsecretaría todopoderosa para su yerno, y aceptar y promover iniciativas legales como la de reformas al ISSSTE, con la que Elba Esther pretende consolidarse como la gran dadora de favores en la burocracia federal a cambio de un control político extremo y la conversión de los fondos públicos en botín personal y en arcón abierto para la financiación de sus proyectos de expansión.

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