Ciudad Perdida
Miguel Angel Velázquez
La responsabilidad, de Calderón y su equipo
El Presidente de México, perdido en Foxilandia
La operación política del panismo en la Cámara de Diputados durante el martes que terminó es responsabilidad de Felipe Calderón y su grupo, de nadie más.
Era sin dudas una acción preparada. Los panistas sabían qué hacer y cómo hacerlo. Tenían listos los gases que lanzarían contra los perredistas que trataran de oponerse a la decisión de vestir la tribuna de azul.
La acción había sido concertada con los que se pretenden nuevos gobernantes, entre ellos el llamado hombre lobo. La estrategia era bloquear las dos entradas a la tribuna, impedir que cualquier perredista, por cualquier motivo, intentara subir, se le impidiera el paso, si los panistas no podían hacerlo, no obstante su superioridad numérica 206 panistas contra 127 perredistas, allí estarían listos los miembros del Estado Mayor Presidencial para ayudarlos.
Está claro, los miembros de ese organismo ligado a la Presidencia no intervinieron porque fueron los panistas quienes invadieron la tribuna, pero allí estaban.
Es más, cómo es que los azules lograron pasar el cerco de la PFP llevando consigo botes con gas, si se catea a todos quienes tratan de flanquear las vallas que se han instalado alrededor del Palacio Legislativo de San Lázaro.
Todo se preparó con anterioridad. Montado en el supuesto de que serían los perredistas quienes iban a tomar la tribuna, el panismo preparó hasta mantas para combatir ese supuesto. Los perredistas no tenían listos ni los carteles con los que, tradicionalmente protestan.
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