México SA
Carlos Fernández-Vega
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■ ¿Para eso están las reservas?
■ Especuladores rescatados
Pues nada, que el “catarrito” carstensiano y la “gripa” calderonista[agregamos a columna la sorpresita del inepto], adquieren dimensiones de peste negra en este México lindo y querido de orgullosa economía de mercado, que es independiente y libre como el viento hasta que la “odiosa” intervención del innecesario Estado se hace más que urgente, para que sean los dineros públicos los que intenten tapar los cráteres por ella abiertos y se encargue de recoger el tiradero.
El ataque especulativo del pasado viernes, cuando en poco más de una hora las reservas internacionales del país se redujeron 6 mil 400 millones de dólares, fue atribuido por la “autoridad” a un “grupo” de empresas que actuaron en tal sentido “para obtener utilidades” (Carstens dixit). A ese monto deben agregarse 2 mil 500 millones de billetes verdes sacrificados (es de suponer que con el mismo fin) entre miércoles y jueves de esa misma semana. En síntesis, 8 mil 900 millones de dólares devorados en un abrir y cerrar de ojos por un “grupo” de empresas que había sido ubicado a la perfección, de tal suerte que se daba por concluida la temporada de caza en contra de los dineros de la nación.
Algo falló, porque ayer de nueva cuenta ese “grupo” se dejó caer sobre las reservas internacionales: mil 900 millones de dólares, para redondear –hasta ahora un banquete superior a 11 mil millones de billetes verdes en sólo una semana, o lo que es lo mismo, en siete días devoraron el equivalente a un año de acumulación de reservas (que le guste o no a Guillermo Ortiz son recursos de la nación), en plena celebración oficial de la “solidez” económica, la “fortaleza” financiera, el “navío de gran calado”, el “nunca más otra crisis” de Calderón y (esa sí real) la tasa de desempleo abierto más elevada de la “continuidad” y de los últimos cuatro años (4.25 por ciento de la población económicamente activa, es decir, casi 2 millones de mexicanos). ¿A quién atribuirá la “autoridad” esta segunda embestida especulativa que, todo indica, no será la última? De cualquier suerte, el tipo de cambio peso-dólar concluyó la jornada cambiaria en 13.23 unidades.
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Disculpas al autor por el añadido["la sorpresita del inepto"]
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