La protesta duró hasta que los últimos y retrasados invitados sudorosos corrieron hasta el evento. Los miembros de la resistencia civil pacífica que participaron en la acción se pusieron de pie y avanzaron, flanqueados por los elementos del cuerpo de granaderos del GDF, hasta la plancha del zócalo encontrando ahí a miles de personas que lanzaban consignas contra la presidencia usurpadora y gritaban "Es un honor estar con Obrador". La enorme manta, ahora desplegada paralela al Palacio Nacional enmarcaba como miles de personas son capaces de protestar a pesar de los mecanismos intimidatorios con los que la presidencia espuria intenta acallarnos.
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