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18 febrero 2008

...la cultura del miedo

POLÍTICA CERO
Jairo Calixto Albarran
jcalixto@milenio.com
Publicado en periódico milenio 18:02.2008

Por supuesto, la explosión del viernes en la Ciudad de México sirvió de abono para que las teorías de conspiración salieran a contribuir a la paranoia y la histeria colectiva. Así, no se trató de un incidente penoso entre narcos de mediopelo que se disputaban un territorio, inteligentemente, a bombazos como afirma la intachable PGR, sino de un gran compló del gobierno federal para incentivar la cultura del miedo y generar escenarios propicios para militarizar al país con el fin de que Calderón pueda estrenar uniformes hasta que encuentre uno de su talla.

Y aunque no suena nada mal que México se convierta en una sucursal de Zongolica para que la soldesca no esté ahí nada más de ociosa como pide la ONU, pues sí resulta algo jalado de los pelos que toda la violencia desatada en el territorio nacional tenga como único interés el robustecimiento de un Estado militarizado, donde el Gran Hermano tenga el rostro de Jelipillo en el mejor estilo de Luis Miguel cantando “La incondicional”.

Yo tengo una teoría mejor. Los san bombazos son producto de las declaraciones de altos representantes del Poder Judicial que dijeron que la criminalidad en México es peor que la “siciliana”. Sí, la mafia siciliana, provista de un largo y venerable historial que hace palidecer la biografía parvularia del narco mexicano, se sintió ofendida por tales demostraciones de falta de respeto. Sobre todo ahora, cuando sus principales capos han sido encarcelados (en Italia apañan a verdaderos pezzonovantes, mientras aquí cada ocho días nos enseñan a supuestos peces gordos, a cual más de dudosos y con los peores apodos posibles). De esta manera, decidieron dar una lección a estos jueces irresponsables, a ver si vuelven a menospreciarlos.

También está la idea de que el bombazo fue para recordarnos —además de que es una clara señal del Apocalipsis (como si la existencia misma de Fidel Herrera no fuera un indicio)— que hay cosas más importantes que la Expo Sexo (la lógica de los teleofertones en el departamento de carnisalchichonería), la nacionalidad de Mouriño (o sea, qué flojera, de todos se va ir a trabajar a la Halliburton) o la declaración de Patricio Patrón Laviada, ex góber petocho de Yucatán acusado de tratar a la naturaleza como el Atlas al América, y hoy titular de la Profepa: “Ayúdenme a denunciar a quien depreda el ambiente”. No se sabe quién es más tierno, si él o Mario Marín, más precioso que ninguno, quien dio una conferencia sobre cómo superar escándalos políticos, papá.

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