Jenaro Villamil
Publicado en Revista Proceso
MÉXICO, D.F., 27 de enero (apro).- Las dos grandes cadenas de televisión privada –Televisa y TV Azteca–, que se han convertido en un verdadero ministerio público, armaron este jueves un impresionante reality “en vivo y en directo” desde el Cereso de Chetumal, ante la salida del cantante Kalimba, liberado por el juez segundo de lo Penal, David Farah Godoy, al no encontrar elementos suficientes para inculparlo por el delito de violación contra una menor.
El reality que ha concentrado el rating en las dos últimas semanas de programas como Hoy (Canal 2) y Venga la Alegría (Canal 13) llegó al límite del paroxismo durante toda la mañana con “coberturas periodísticas” de los dos programas de info-entretenimiento, que se concentraron en pasar imágenes de la aglomeración en las afueras del penal quintanaorrense y especular en qué momento saldría el menudo cantante de 28 años.
“¡Kalimba, alguna declaración a los medios!”, gritó histérico un reportero de Televisa que persiguió una camioneta de donde salió alguien disfrazado del cantante, mientras que su similar de TV Azteca se acercaba a las rejas y se peleaba con la aglomeración circundante, el mismo día de visitas al penal, cuya población es de 1,053 reos.
Finalmente, cuando pudo vencer la persecución de decenas de reporteros que le hicieron honor a ese género pseudoperiodístico que es el chacaleo, Kalimba bajó la ventana de la camioneta que lo transportaba y se declaró “muy agradecido, de verdad”.
“Les quiero decir con todo mi corazón que estoy muy agradecido con todo lo que han hecho con el apoyo y con todo lo que han dado. Gracias por defenderme como si fuera su familia”.
Los conductores de Hoy, que presumieron que sólo a ellos Kalimba les dio una declaración, aplaudieron en el set televisivo, y pusieron rostros de rapto místico, como si en este escándalo se les fuera la vida… y el rating.
El enorme distractor que ha constituido el caso Kalimba tan sólo sirvió para calentar los motores de ambas televisoras, que irán a la caza de escándalos mediáticamente convenientes para demostrar el músculo en uno de los años electorales más delicados.
El caso Kalimba alcanzó notoriedad nacional a raíz de la entrevista de Carlos Loret de Mola, conductor de Primero Noticias, quien durante 30 minutos cuestionó al cantante en el tono tradicional de los talk shows. No le fue muy bien a Loret de Mola con la entrevista, pero a Televisa le fue genial con el rating generado por este caso que surgió a finales de 2010.
TV Azteca no se quedó atrás. Entrevistó a la amiga de la chica presuntamente abusada, y Rocío Sánchez Azuara, la reina de los talks shows de la televisora de Ricardo Salinas Pliego, construyó su propia historia.
No sólo las televisoras y los programas radiofónicos de espectáculos se concentraron en el caso. Las secciones de especializadas de los periódicos también se pelearon por tomar una posición frente a Kalimba.
Reforma publicó este jueves una encuesta. 65% afirmó que cree que dejarán libre al cantante; 91% dijoe creer que Kalimba y su acusadora “tuvieron sexo de común acuerdo” y no fue una violación, y 88% opinó que el cantante de OV7 no debe ir a la cárcel.
El gran derrotado en este reality show es el procurador de Quintana Roo, Francisco Alor Quesada, quien convirtió el Kalimbagate en una demostración de sus trucos ministeriales. Según los abogados del cantante, se fabricaron las pruebas.
El gobernador saliente de Quintana Roo, Félix González Canto, defendió a su procurador, al afirmar que éste “actuó en consecuencia con los elementos que le fueron llegando conforme a la denuncia, a las pruebas, (y) en base a ello (sic) se consigna a un juez en su momento”.
Leer en Revista Proceso
No hay comentarios.:
Publicar un comentario